Monólogo de Alsina: "Si es que el Parlamento es un engorro"

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Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el quinto aniversario de la pandemia del covid y sobre la finalidad de las reuniones de Sánchez con los líderes políticos para hablar sobre el aumento del gasto en defensa.

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Era tarde de sábado, al cabo de una mañana de filtraciones contradictorias desde dentro del Consejo de Ministros: según se celebraba, alguien filtraba. Tenía apenas dos meses de vida el gobierno de coalición y, tras varias semanas quitándole hierro al coronavirus chino y la posibilidad de que acabara siendo una pandemia, el presidente convocó de manera extraordinaria a sus ministros para aprobar el confinamiento total. O en rigor, el primer estado de alarma que facultaba al Ejecutivo a prohibir cualquier clase de desplazamiento, incluido el que va de la casa de cada uno a la calle.

Fue una de los cuatro elegidos para conducir el país en aquella crisis nunca antes vista: José Luis Ábalos, ya relacionado íntimamente, entonces, con Víctor de Aldama. Con Jéssica lo había estado hasta tres meses antes, piso y colocación en empresa pública incluidos.

Cinco años de la pandemia
14 de marzo. Al cumplirse cinco años del confinamiento, de aquel día en que el país se sumió en la incerteza, y en la preocupación, la incredulidad -por qué no decirlo, en el miedo-; al cumplirse cinco años del comienzo de aquel periodo insólito de nuestras vidas -y de nuestras muertes, trescientas se había producido ya aquel día, hasta siete mil se dispararía el número antes de que terminara el mes-; al cumplirse, digo, cinco años Onda Cero Podcast recupera la serie documental que emitimos en mayo de 2020.

El repaso, casi día a día, desde las primeras informaciones que emitimos sobre un virus nuevo que se había detectado en China -el mercado de Wuhan- hasta el día en que España quedó confinada. El arrastrar los pies de la Organización Mundial de la Salud para declarar la alerta, la presión a los organizadores del Mobile en Barcelona para que mantuviera la feria, o las afirmaciones categóricas de los gobiernos respecto del bajísimo riesgo que había de que el virus llegara a sus países, incluido el nuestro.

Sí que estaba, sí. Pero eso lo iríamos sabiendo en las semanas siguientes. 'Cuando fuimos ciegos', en Onda Cero Podcast, es el relato de lo que se decía y se creía mientras el virus avanzaba y la emergencia aún no se percibía.

El acontecimiento que quedó eclipsado por el confinamiento

Mañana sábado, por cierto, se cumplirán cinco años de otro acontecimiento. Que quedó eclipsado, en buena medida, por el confinamiento. Un 15 de marzo de 2020 el rey Felipe difundió el comunicado en el que renunciaba a la herencia que le pudiera corresponder de su padre. Y a cualquier inversión financiera incompatible con la rectitud e integridad exigible a la Corona. Traducido: al patrimonio de dos fundaciones (o tapaderas) creada por don Juan Carlos en el extranjero -y con cuentas en Suiza- en las que éste había designado a su hijo como beneficiario sin que el hijo lo supiera.

Se cumplen cinco años del repudio (porque eso es lo que fue aquel comunicado). El repudio y la emancipación que fue punto de partida de Felipe VI para reconstruir la institución dañada por el padre y presentarla ante la sociedad como una casa ajutoexigente y limpia de trapicheos e ingenierías financieras. Cinco años después -cinco años de perseverancia después- no parece que haya nadie dispuesto a discutir que la Corona disfruta de una estabilidad y un crédito que en aquel mes de marzo de 2020 no estaba nada claro que fuera a ser capaz de recuperar.

Ahora la crisis y la emergencia se llama Trump

Ni en su comparecencia ante la prensa ni en sus conversaciones previas con los líderes políticos convocados a la Moncloa, concretó el presidente nada. Ni cuál es el nuevo plazo que se marca para alcanzar el 2% de PIB en Defensa, ni de dónde saldrá la financiación para el incremento del gasto, ni qué llevará exactamente al Parlamento si es que lleva algo.

Ni concretó ni pidió. La cosa, como se ve, muy fructífera no fue.

Al final, la ronda ésta de visitas era lo que parecía. Una sucesión de imágenes para ser vistas por la opinión pública y para que ésta se quede con la idea de que el presidente del gobierno sí tiene en cuenta a los grupos políticos que representan, en el Congreso, a los ciudadanos. (Salvo Vox, ya sabemos). Les informó de lo que ya sabían y no mostró mucho interés en ahondar en el punto de vista de sus interlocutores.

Esto lo dijo el portavoz del Bloque, pero fue impresión general que Sánchez está ocupado ahora en reclutar gobernantes europeos que le secunden en su afán de cargar a la Unión Europea el peso del nuevo gasto y que no tiene la menor gana de debatir nada con ellos.