loader

Video Info

  • OndaCero
  • Publicado: 17/12/2024
  • Visualizaciones: 746
  • Comentarios: 0
  • Me gusta: 69

Monólogo de Alsina: "Dejen que juzgue el juez"

Fuente: Ver en YouTube

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la declaración del empresario Víctor de Aldama ante el Supremo que se produjo este lunes y cómo afecta esto a la esfera del Gobierno.

#psoe #aldama #pedrosanchez

📎Más, en Onda Cero:

De oca en oca y hoy el que tira es Koldo. El escudero fiel. El admirador, el siervo, el amigo que lo mismo hacía de chófer que de secretario que de confidente que de recadero ‘ve a comprar tabaco’. Koldo García, el hombre del que ni un solo dirigente del PSOE ha creído oportuno decir en diez meses una buena palabra. Koldo sí que está solo. En público, al menos. En privado no se sabe porque él no quiere contarlo.

Ni siquiera revela si habla con Ábalos, al que sigue teniendo en un altar, por lo buen político que es y lo extraordinaria persona. A Koldo, desde que lo detuvo la UCO, el PSOE lo ha tratado como claramente culpable. Nunca cuestionó las imputaciones. Nunca preguntó: ¿Dónde están las pruebas? Le dijo el jefe de prensa del PSOE, hoy ascendido a secretario de Estado, a El Español en octubre cuando este diario publicó que Santos Cerdán había mantenido contactos con Koldo: ‘Cualquiera que piense que Cerdán ha estado a menos de diez kilómetros de Koldo sencillamente ha perdido el juicio’. Diez kilómetros. Ése es el grosor del cordón sanitario levantado en torno al antiguo camarada. Diez kilómetros, no vaya a ser contagioso.

A Koldo García lo espera hoy en el Tribunal Supremo el juez que investiga la presunta corrupción en el ministerio de Transportes entre 2018 y 2021, tres años de actividad, nada menos que tres años. La presunta corrupción sobre la que empezó a indagarse a raíz de una denuncia por la adjudicación de contratos durante la pandemia. Así empezó el caso: con las mascarillas. Mientras todo se quedó ahí, en Soluciones de gestión, un tal Aldama, el tal Koldo y probablemente Ábalos, nunca cuestionó el PSOE que la sospecha estuviera fundada. A Koldo, antiguo guardián de los avales de Pedro, el militante ejemplar que tantos servicios había prestado a la causa, lo defenestraron en el primer minuto. Ministros y presidentas del Congreso sintieron de pronto la incomodidad de haber tenido trato frecuente, y familiar, con el mini Ábalos (bueno, mini teniendo en cuenta el tamaño del propio igual no es adecuado). Koldo se había vuelto tóxico. Y Ábalos era culpable de haberle dado carrete e influencias. Así que fuera Ábalos. ¡Que deje el escaño!

Si Víctor de Aldama, el conseguidor al que llama el PSOE delincuente confeso porque se ha declarado comprador de favores se hubiera limitado a detallar la corrupción -presunta- de Koldo y de Ábalos probablemente estaría siendo celebrado como el corruptor que, atrapado por la Justicia, colabora con ella para que la verdad salga a la luz y se depuren todas las responsabilidades penales. Ya dijo el ministro de Justicia cuando indultaron a Peñas, el integrante de la Gürtel que tiró de la manta.

Pero ocurrió que Aldama no se quedó en acusar a Koldo y a Ábalos, los desahuciados. El PSOE -y el gobierno, tanto monta- sólo empezó a cuestionar a Aldama cuando éste disparó en otras direcciones. Cuando contó que Sánchez le había agradecido sus gestiones cuando señaló a Santos Cerdán como perceptor de quince mil euros; cuando habló del jefe de gabinete de María Jesús Montero.

Hay que creer -nadie lo ha puesto en duda- que les consiguió a sus colegas de Soluciones de gestión contratos de mascarillas sobornando a Koldo pero es inaceptable creer que les consiguió a sus colegas de la constructora contratos de obra pública sobornando a Koldo (y a Ábalos). ¡No ha presentado pruebas de las comisiones!, se dice. Ya, pero tampoco las presentó de las mascarillas y esa parte nunca ha sido cuestionada, ¿no?

Aldama aportó ayer una nota manuscrita de Koldo que Aldama explica que corresponde a constructoras y obras amañadas y que Koldo, probablemente, dirá hoy o que no es suya o que no significa lo que el otro dice que significa. Contó Aldama que eran Ábalos y Koldo quienes le dijeron que una parte de las comisiones que ellos pedían eran para el partido. Y perseveró Aldama -porque es perseverante- en sostener que tiene guasaps que demuestran lo que dice (en su teléfono blindado) y en que el ministro Torres fue con Koldo a un piso en el que había señoritas. De Begoña Gómez, por cierto, todavía ni una palabra.

Puigdemont, que también es perseverante como gota malaya, se ha propuesto recordarle a Sánchez hasta qué punto le conviene tenerle contento. Presentar la cuestión de confianza sólo está en manos del presidente, pero el compadre 'puigdemónico' se conforma con hacer votar al pleno del Congreso para que inste al presidente a presentarla. Aunque luego el presidente haga, qué novedad, oídos sordos. España, en vilo, ante la partidita de cartas con que los dos se entretienen.

noticias pedro sanchez corrupcion abalos koldo Carlos Alsina oscar lopez Monólogo de Alsina

Videos Relacionados